Me  mudé a Oaxaca en otoñodel 2014,

cuando la ciudad estaba maquillada

por el Dia de Muertos.

Como encualquier otro lugar, la

ciudad se convirtió simplemente

en un fondo mientras iba viviendo

el dia con dia. Luego vino la

pandemia de 2020, lo que me obligó

a cambiar mi estilo de vida.  

Después de comenzar el dibujo urbano mientras estuve en Europa, decidí entonces concentrarme en este estilo de expresión visual durante la pandemia y al hacerlo redescubrí mi enamoramiento por esta hermosa ciudad colonial, que es un derroche de color y es una de las cosas que la hace tan atractiva para representarla a través de la acuarela y la tinta china. 

Puedes caminar por cualquier calle y ver estos colores yuxtapuestos entre varias casas o en una sola. La mayoria de los bocetos son del centro de la ciudad, aunque hay excepciones como la Iglesia de San Felipe Apóstol en la zona norte de la ciudad de Oaxaca.